Historia
Según algunos autores, el río del Valle de la Valmuza fue sitio de paso del caudillo musulmán Musa ben Nusayr, tras su encuentro con Tariq, a principios del siglo VIII. Desde aquí siguió hacia el norte y, tras conquistar Astorga y llegar hasta Lugo, regresó al sur por esta misma zona.
En 1162 se libró la batalla del Arroyo de la Valmuza, entre los nobles del alfoz salmantino y el rey Fernando II. Éste, para reforzar el flanco oeste del reino, había creado los concejos de Ledesma y de Ciudad Rodrigo, segregados del alfoz salmantino, concediéndoles fueros propios. Por este motivo, los salmantinos, sintiendo vulnerados sus derechos, se enfrentaron (con el apoyo de los castellanos abulenses) contra los leoneses y zamoranos a la órdenes del rey, con la victoria de estos últimos.
La Guerra de Independencia también tuvo como escenario el Arroyo de la Valmuza, pues en junio de 1812 las tropas de Wellington se enfrentaban aquí a las tropas francesas obligándolas a retirarse.
EL PUENTE DE LA VALMUZA
El arroyo de la Valmuza quedó ligado a la historia de la provincia de Salamanca en diversos momentos. De su pasado romano se conservan los espléndidos testimonios de las villas tardorromanas de San Julián de la Valmuza, con sus interesantes mosaicos, datados en el siglo III de nuestra era. Esta mansión probablemente está relacionada con una vía que pasa por Calzadilla de la Valmuza, donde se encuentra nuestro puente, en un estratégico lugar entre las vías de La Plata y la de Portugal.
INFORMACIÓN GENERAL
Distancia a la Capital 10 KM
Superficie 76,6 KM2
Altitud 797 m
Nº de Entidades 21
Población Total 929
Ese miedo al contagio hizo del tuberculoso un enfermo al que la sociedad rehuía y segregaba. Buena prueba de ello fue el Sanatorio Antituberculoso de Los Montalvos, en funcionamiento desde 1948. El sanatorio estaba apartado de cualquier núcleo urbano y los enfermos contaban con granja, huertas y panadería para así impedir todo contacto con el exterior.
El número de tuberculosos fallecidos en los primeros años fue muy elevado y el traslado al cementerio de Salamanca provocó en la población el miedo a la difusión de la enfermedad por la ciudad; tanto que, a principios de 1950, se prohibió enterrar a los fallecidos procedentes del sanatorio. El cementerio de Carrascal de Barregas estaba aún más lejos que el de Salamanca, por lo que el Patronato Nacional Antituberculoso llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento de Carrascal: el Ayuntamiento compró a Vidal Martín Sánchez una parcela de unos 4000 metros cuadrados en el paraje de Las Encinas, junto al camino de La Golpejera, y la cedió al Patronato para construir el cementerio. Aunque los acuerdos definitivos tardaron en producirse, la primera inhumación se realizó el 23 de marzo de 1950.
Cuando el 2 de abril de 1985 se produjo el último enterramiento, sumaron un total de 1071 cadáveres. Hasta principios de la década de los setenta el 80% de los fallecidos en el sanatorio eran enterrados en el cementerio, pero desde entonces el número fue disminuyendo progresivamente. El 14 de octubre de 1999 se autorizó la clausura y cierre definitivo del cementerio.
Para las primeras inhumaciones existió un carro fúnebre con tiro de varas para una caballería (más tarde sustituida por un asno) que bajaba desde el sanatorio, en cuya capilla el párroco de Doñinos había oficiado el funeral.
El edificio que aún podemos observar es propiedad del Ayuntamiento de Carrascal de Barregas y en su fachada exhibe el símbolo de la función que cumplía: la cruz de Lorena. Esta cruz es la de Godofredo de Bouillon, asociada a las cruzadas y, por este motivo, adoptada en 1902 como símbolo de la cruzada internacional contra la tuberculosis.